top of page

Una reflexión de cuarentena.

  • Foto del escritor: Mariano Mendoza
    Mariano Mendoza
  • 18 may 2020
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 18 ago 2020


Me resulta atractivo pensar como lo real se impone, aquello que no tiene forma de nominarse, si no es por oposición a otra cosa, aquello que no tiene un significante que lo nomine si no es por la vía fantasmatica. No es sin este singular el modo de abordar el presente que todo se resignifica constantemente, por dar un ejemplo pensemos en el uso de las vídeo llamadas, o los dispositivos de conferencia. ¿Cuántas veces las utilizamos antes de esto a pesar de tener el recurso a mano? Una respuesta rápida será, pero antes podíamos salir y, si es verdad, no había cuarentena, pero ¿eso era salir?

Cuantos de nosotros asistíamos a reuniones, de diferente índole y estábamos híper conectados con el celular y en muchos casos más ahí dentro, que allá afuera. Dos dimensiones de lo mismo. Entonces, hoy estamos saliendo todo el tiempo, pero en cuarentena, en este punto lo novedoso es lo que se impone, lo impuesto viene a marcar un alto en la vorágine de la vida cotidiana.

Eso que antes tildábamos de alejarnos, de perder intimidad, por falta de proximidad vía la hiperconectividad. Hoy es eso que nos acerca, porque nos fue arrebatado la posibilidad de la intimidad, pero ¿no queda expuesta nuestra privacidad producto de perder la intimidad? Llamadas a deshora, video llamadas multitudinarias, video conferencias y un estado alerta a cualquier red social.

Nos acercamos a esos que antes habíamos alejado y ya no recordamos por qué. La necesidad del sujeto de ser social lo enfrenta al cambio de posición frente a la tecnología, frente a los limites. Limites cada vez más difusos y eso que antes ya lo estaban. La intimidad queda en cuarentena y se alienan los cuerpos, y ya nada será igual. Es en el encuentro de al menos dos cuerpos que se produce un resto que queda como saldo positivo, que nos da la sensación de querer volver a hacerlo, de volver a transitar esa situación. Abrir la privacidad para dar lugar a la intimidad, que no es una sin la otra. Hoy sin tanta privacidad, apelamos de mil modos generar un encuentro, siempre frustrado de intimidad.



 
 
 

Entradas recientes

Ver todo

Kommentare


Publicar: Blog2_Post

011 6288-0125

©2020 por Mariano Mendoza.. Creada con Wix.com

bottom of page